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HABÍA UNA VEZ... MI ERASMUS+

  • Foto del escritor: ViajandoporEuropa
    ViajandoporEuropa
  • 24 oct 2020
  • 4 Min. de lectura

Para ser honestos, mi motivación para irme de erasmus no fue la mas común, me fui persiguiendo el amor, me enamoré de un belga. Solicité la beca ERASMUS+ un año antes y mientras todos mis compañeros escribían 2 o 3 destinos posibles sin importarles mucho el que les pudieran asignar, yo escribí firme y decidida solo uno: Bélgica.


Si puedo describir mi experiencia, creo que la dividiría en 3 etapas, el “antes” el “durante” y el “después”, ya que realmente hay un contraste, y el cambio al pasar de una a otra es inminente.

Antes:

Llego a la facultad después de esperar algunos meses de haber hecho la solicitud y hay un papel pegado en el tablón de anuncios que se titula “resolución para las becas de movilidad internacional”, ahí estaba mi nombre: Georyeli Zanardi… 10 meses… Universidad Católica de Lovaina.


Es ahí cuando se vuelve real, está bien, son 250 euros al mes de beca, saco la cuenta y me toca ahorrar un poco, me armo un plan de trabajar los meses que quedan hasta irme y empiezo a investigar sobre mi destino, Louvain-la-Neuve. En la Universidad de Salamanca donde estudio me piden un montón de documentos, pero nada del otro mundo, y como estudio idiomas no fue necesario presentar ningún examen para justificar mi nivel de lengua en francés o inglés, que eran los que pedían en mi caso. La Universidad Católica de Lovaina también se mantuvo en contacto conmigo asesorándome sobre las residencias, beneficios como estudiante, cuestiones académicas, etc.


La pesadilla de todo estudiante Erasmus:


El Learning Agreement (el documento donde presentas tu propuesta de las asignaturas que quieres estudiar en la institución de destino con su equivalente en la universidad de origen, para las convalidaciones). Un consejo que te ahorrará horas de ansiedad antes de irte de Erasmus: no te preocupes mucho por hacer el L.A. perfecto, en el 99% de los casos vas a llegar allí y vas a tener que cambiarlo casi por completo y a lo mejor más de una vez. Una vez que tienes las dos firmas y el ok de ambas universidades ahora a buscar residencia. En mi caso la encontré por un grupo de Facebook, una casita en la que compartía el primer piso con una chica belga, además la propietaria es una de las mujeres más simpáticas que conozco y tenia un instinto maternal que de cierto modo me hizo sentir mucha seguridad, de todas formas, solo venia un par de veces al mes porque tenia su oficina en el segundo piso.

Durante:

Después de firmar mi contrato de alquiler, y de empacar mis maletas con sobrepeso pensando inocentemente que después de un año allí no iba a volver 4 veces más cargada, me fui de Salamanca dejando a mis padres con lágrimas en los ojos, pero con mucha ilusión.


Las primeras semanas fueron un poco duras mientras me adaptaba al cielo gris de Bélgica, a no tener la comida caliente de mi mamá, y a conocer la universidad y la ciudad. Poco a poco las cosas fueron cobrando mas sentido, ya sabia moverme por la ciudad, la facultad me encantaba, las clases, todo era tan nuevo y diferente, nadie me conocía y quería que me conocieran, estaba tan inmersa en el idioma que en 10 meses mejoré considerablemente mi nivel de lengua, y seguridad al hablar. Era completamente independiente, mi día era mío, mi tiempo sola era sagrado y que increíble era estar sola conmigo misma. Por otro lado, conocí gente increíble de todas partes de Europa, italianos, portugueses, españoles, polacos, irlandeses, croatas, franceses, suizos, alemanes, que tenían las mismas ganas que yo de compartir su cultura y de que los conociera, también conocí mucha gente de Asia y América que realizaban intercambios y hasta el día de hoy mantengo contacto con estas personas.


Las fiestas seguramente son lo que todo estudiante Erasmus visualiza cuando le conceden la beca de movilidad, y la verdad es que las fiestas de erasmus sientan diferentes, el ambiente es internacional, hay tanta diversidad y todo el mundo tiene ganas de escuchar lo que tienes para decir, hay poca vergüenza, eres tú, sin filtros, las fiestas Erasmus son una de las cosas que recomendaría experimentar a todo estudiante universitario.


Por otro lado, en cuanto a la parte académica, la universidad ofrece muchísimos beneficios para los estudiantes erasmus, y con beneficios me refiero a invitaciones para eventos, bonos de transporte, oferta para realizar deporte o aprender idiomas en el campus, comedores universitarios, bibliotecas, tecnología, laboratorios, entre otros. Además, puedes experimentar como es la vida académica en otro lugar, personalmente en Bélgica la manera de enseñar y de trabajar en la universidad es muy diferente y original en comparación con la que estaba acostumbrada después de dos años de una enseñanza más tradicional en España.


En fin, el Erasmus merece mas de un post para ser contado, pero en resumidas cuentas después de mil y un experiencias, viajes, fiestas, y aprendizajes llega la última parte:

Después:

Vuelvo. Cuando pensaba que extrañaba casa, Salamanca, la universidad en España, la paella de mi mamá, me encuentro desempacando las 25 maletas que traje de nuevo a casa, confundida, me invadió esta sensación de ser una extraña que ya no encajaba del todo, sentía que venía a la casa de mis padres de visita y por muy feliz que estaba de volver y volver a verlos Bélgica había sido mi hogar tanto tiempo que sentía que en cualquier momento me iba a tener que ir al tren para volver a dormir allí en la que había sido mi casa.


Esta sensación solo duro un par de semanas, mi familia y amigos se encargaron de volver a hacerme sentir normal, bienvenida y parte de mi hogar. Luego toca entregar un par de documentos por aquí y por allá para concluir oficialmente el Erasmus y el ciclo se cierra.

Ahora estoy en Salamanca de nuevo, haciendo mi último año de la carrera, esperando mi graduación para volver.


“Dicen que uno siempre vuelve a los lugares donde amo la vida”, y yo soy y he sido feliz en muchos lugares, pero allí definitivamente quiero volver.


Y para los que quieran saber que pasó con la historia de amor que inició todo... mi novio y yo sobrevivimos el Erasmus sabiendo que tomamos la mejor decisión, y con mil y un viajes e historias para contar.


Para mas información sobre las universidades, requisitos y el proceso formal para realizar un Erasmus+ aqui les dejo algunos enlaces:







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